Las vistas desde la azotea donde estaba el bar-cafetería eran espectaculares. Daban al castillo y a la iglesia de Santa María.El trato con el personal fue impecable, las instalaciones igual.
Teníamos el servicio fuera compartido y en ningún momento nos cruzamos con más gente porque había muchos servicios con ducha en el mismo pasillo y no coincidíamos.
“
”